Antes de dedicarme 100% al marketing personal trabajé para otras compañías, donde nunca me sentí cómoda. Siempre había algo que no me parecía y me quitaba la motivación.
Nunca le di importancia a la imagen que proyectaba, el estilo que tenía, los colores que usaba solo reflejaban a una persona a la que no le importaba nada, podía tener mucho conocimiento pero siempre lo ocultaba y solo observaba, se podría decir que siempre fui perfil bajo.
Por dentro, no lo voy a negar, quería muchas cosas. Pero, nunca hice nada para cambiar en ese momento mi presente.
Cuando terminé la carrera de asesoría de imagen y la fusioné con mi carrera que es marketing y publicidad me di cuenta que estaba muy equivocada y que pude hacer mucho más.
Mi principal error fue no verme como mi propia marca, y a las compañías como mis clientes, con todo esto les quiero decir que mientras no se preocupen por cuidar su imagen y lo que proyectan con ella, difícilmente encontrarán el trabajo soñado. Dejemos de restarle importancia y recuerda que tú eres tu propia marca y estoy segura que quieres hacer de ella la mejor en el mercado laboral.